viernes, 4 de febrero de 2011

UNA ESCRITURA EXPERIMENTAL

Por su carácter experimental, no siempre resulta fácil penetrar en un texto de Saer. Oraciones largas, complejas, con un uso particular de los signos de puntuación impiden muchas veces acceder fácilmente a su lectura. Por este motivo, para adentrarse en sus textos, es preciso descubrir el juego que proponen. Una vez que se ha hecho este descubrimiento, la lectura se desliza más fácilmente. Y esta es otra de sus características distintivas: el carácter lúdico de su escritura, cuyas claves se van descubriendo poco a poco.
Además de su preocupación por la forma, por los procedimientos que son propios de la literatura, otra de las particularidades de la obra de Saer es su carácter abierto. Es decir, que una historia o un personaje puede pasar de un relato a otro, como si ninguna historia se cerrara jamás del todo. Se constituye así un universo saereano perfectamente reconocible, que excede los contornos de cada obra en partí culpar. El río, el pueblo, las reuniones de amigos, los personajes del lugar están siempre en sus relatos; sin embargo, el tratamiento que recibe ese material es totalmente ajeno al costumbrismo realista.

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